No permitas que la preocupación por lo que vendrá mañana te robe la dicha de hoy; quizás el presente sea nuestro único tesoro

miércoles, 5 de febrero de 2014

Bienvenido a este lío, sobrino de mi alma

El lunes recibí una noticia. De las buenas. Una de las más hermosas que me han dado en mis cortos quince años. Sabía que no faltaba mucho para escucharlo porque es una de esas noticias que uno está esperando hace un tiempo pero llegó en un momento en el que no estaba precisamente sentada en el sillón contando los segundos para que sonara el teléfono. Fue raro. Y reaccioné de forma extraña.

Eran sobre las nueve y media y escuché que sonaba mi celular (there's a stranger in my bed, there's a pounding in my head, glitter all over the room, pink flamingos in the pool). Atendí, era mi prima. Y aquí tengo que hacer una aclaración. Mi prima se llama Vanesa y es doce años más grande que yo, no es una de esas primas con las que aprendes a caminar juntas pero siempre tuve una relación muy, muy especial con ella. Desde que nací ella me adoró, y yo la adoré a ella. Mi infancia está plagada de momentos con ella. Ella jugando conmigo en casa de mi abuela, como si yo fuera una de sus muñecas; ella pasandome a buscar por mi casa y llevandome a pasear a cualquier sitio; nosotras sentadas en el techo del patio de la casa de mi abuela; ella poniendome unas botas de charol de caña alta y de color blanco cuando apenas tenía cuatro años; nosotras buscando el hamster de su novio perdido en su propia casa... 

Podría pasarme la vida contando miles de anécdotas, miles de recuerdos vividos. Es de las personas más importantes que tengo en la vida. Es todo tan extraño para mí. Siento que el vínculo entre nosotras siempre fue muy fuerte, incluso aunque hayan pasado muchos años y ya no juguemos de la forma en que lo hacíamos antes y sienta que cada vez compartimos menos cosas ella sigue siendo todo para mí.

Recuerdo que una vez alguien que conocí por Blogger me preguntó '¿quién es tu ídolo?' y yo, casi ingenuamente, respondí 'mi prima'. Y la otra persona se quedó como 'wow, ¿en serio?, '¿por qué?'. Creo que en ese momento no respondí lo que debiera haber respondido, la verdad es que no recuerdo que fue lo que respondí. Pero si hoy me repitieran la pregunta diría que la admiro por muchas cosas, es una persona muy fuerte, que creció como una personita feliz pero que tuvo que enfrentarse a cosas en la vida que no son precisamente las más lindas y la admiro profundamente porque es una gran mujer, porque tiene una gran vida, trabaja de lo que le gusta, incluso aunque eso le deje el mejor sueldo y sobre todo porque siempre tiene tiempo para regalarte una sonrisa. 

A veces me gustaría volver a ser pequeña para que me llevara caminando tomadas de la mano y me cuidara de la forma en que lo hacía. Ahora son mis primitos pequeños, los hijos de su hermana, los que tienen ese lugar desde hace unos años cuando nacieron. He de admitir que en algun momento de la vida he sentido celos, me han dado ganas de volver a ser chiquita como ellos para jugar con ella de esa forma. Ahora las cosas son tan diferentes. En algun lugar profundo de mi corazón se que sigo siendo su prima chiquita, esa que nació hace quince años y le robó el corazón. Se que de alguna forma sigo siendolo, porque como dije nuestra relación sigue siendo y va a seguir siendo realmente especial. Es solo que cuando se es chiquito todo es más fácil, creo que en eso somos muchos los que estaremos de acuerdo. 

Podría escribir entradas enteras de todas las cosas que admiro, amo y extraño de ella pero no era a esto a lo que venía. Sin embargo tenía que aclararlo porque de lo contrario nada de lo que viene tendría sentido. Y en realidad no creo que, si alguien aún sigue leyendo, entienda del todo mis sentimientos.

Sonó el celular y era mi prima. Me preguntó banalidades, qué hacía, cómo habían estado las vacaciones, etc., etc. Después de eso, preguntó por mamá y le pregunté si quería hablar con ella. Y ahí me frenó. Me dijo 'pará loca, te llamé a vos primero', así de literal, ese es nuestro amor de primas.  

En ese momento, no caí, pero más tarde, cuando tuve tiempo de meditar con la almohada la noticia del día, me di cuenta de esto que digo de que nuestra relación siempre fue, sigue y seguirá siendo muy especial y que nadie va a robarme el lugar que me gané en su corazón ese once de marzo de mil novecientos noventa y siete; porque me llamó a mi primero y no a mamá ni a mi hermano. Tengo que admitir que eso me hizo total y irremediablemente feliz, más de lo que ya estaba por noticia. 

Esto como un paréntesis; repito, eso sucedió horas después de haber redibido la noticia. Después de 'loca' me dijo, te quiero contar algo. Y yo, que como dije al principio sabía que la noticia podía caerme de un momento a otro todavía no me había dado cuenta. "Estamos embarazados", me dijo. Y yo, internamente me quede muda. Inconscientemente respondí "ay, ¡qué lindo, te felicito!". Y después de eso repetí, "te felicito" unas tres veces más, y cosas como "estoy muy contenta" o "me alegro muchisimo por vos". Automaticamente, después de que me dijera "bueno, ahora le cuento a la tía", le pase el teléfono. Estaba como shockeada y de verdad me sentía profundamente feliz porque sabía cuanto deseaba tener hijos, no porque haya tenido complicaciones ni nada eh, simplemente porque es el sueño de muchas mujeres y ella no era la excepción, hace mucha que esperaba el momento perfecto para que llegara. El hecho es que sentí que mi respuesta había sonado como lejana, no era lo que había soñado que iba a decirle cuando me enterara de esto y me pregunto si de verdad se creyó mi alegría y mi felicidad porque fueron realmente sinceras. Sobre todo cuando una sabe que su personalidad fría, reacia a los abrazos y muestras de cariño hacen que la gente crea que una no se sensibiliza por nada. Ojalá encuentre la forma de demostrarle lo feliz feliz feliz que soy por ella.

Todavía no me lo creo. Estoy tan asquerosamente feliz que ya estuve pensando en que tengo que ahorrar para comprarle cosas para cuando nazca. Es que siento que esta personita que viene al mundo va a ser tan especial como su mamá para mí, quiero cuidarlo, malcriarlo, amarlo, apachurrarlo y darle y enseñarle aunque sea un poquito de todo lo que su mamá me enseño a mí. Nadie sabe cuanto lo espero, con qué ansias. Y aun queda un deseo que ahí sí que yo me muero de felicidad, y aunque no creo que suceda realmente, me lo guardo para mí. 

La felicidad se mide por momentos como este y aun así, feliz de la vida me suena a poco.

Ya se que todo esto es muy largo, muy personal y muy aburrido. Pero si por esas casualidades de la vida has llegado hasta el final, al menos deja un comentario con una carita feliz y así sabré que compartes mi felicidad, supongo.

2 comentarios :

  1. :)



    no,no es cierto!!!
    Una carita feliz no basta para felicitarte por esta noticia. Suena tan bonita la relación que tienes con tu prima!! ;) Saludos!!

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  2. Hola :) Te he nominado a un premio en mi blog, Little Me.

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A mí me gustaría que vivamos para siempre y que seamos jóvenes eternamente