No permitas que la preocupación por lo que vendrá mañana te robe la dicha de hoy; quizás el presente sea nuestro único tesoro

martes, 31 de enero de 2012

Lo siento, había olvidado que existía

Creo que a veces la jugamos de tontos. Nos ponemos en el lugar de ciegos, si se quiere, que no quieren ver por alguna razón que las personas se acuerdan de nosotros sólo cuando necesitan que hagamos algo por ellas. Pero los culpables no son los otros sino nosotros mismos. Somos nosotros los que alimentamos su ego, no debemos olvidar, porque cuando se ¡oh! se acuerdan de nuestra existencia, ahí estamos nosotros al pie del cañón cumpliendo sus deseos una vez más. Y claro, la tonta siempre me ayuda. 

¿Nunca les ha pasado de tener en su entorno una persona así? ¿Qué solo se acerca a ustedes cuando necesita algo? A mi si. ¿Y saben que es lo peor? Que yo fui esa ciega, estaba ciega de "amor" si así se le puede decir. Y me dí cuenta muy tarde de que, llamémosle J, me hablaba siempre que quería pedirme, porque yo creía que eramos amigos, y que le prestaba cosas, sí, pero además de eso hablábamos de otras cosas y luego, paf, se me cayó la venda del amor y recién ahí pude verlo. ¡Qué tonta fuiste Catalina! ¿Cómo pudiste creer que a J le caías bien y que era tu amigo? Simplemente fuiste la mosquita muerta que le sacaba las papas del fuego. Lo ven, ahí estaba la tonta, la ingenua pensando que el otro quería algo más que mis resumenes y apuntes de clase. 

Pero, ¿saben? Por fin, aprendí a decir que no cuando debo hacerlo y eso es lo más importante.

1 comentario :

  1. Claro que me ha pasado... y un montón de veces. Qué se le va a hacer si soy así de tonta. Supongo que tendré que esperar a aprender a decir que no, que yo aún no lo sé...

    ResponderEliminar

A mí me gustaría que vivamos para siempre y que seamos jóvenes eternamente