No permitas que la preocupación por lo que vendrá mañana te robe la dicha de hoy; quizás el presente sea nuestro único tesoro

sábado, 28 de enero de 2012

Capítulo 1: 14 de enero


Abrí los ojos y volví a cerrarlos a una velocidad impensada. Las cortinas del cuarto estaban corridas y el sol me golpeó directo en los ojos. Intenté abrirlos con cautela hasta acostumbrarme a luz del día. Volteé en mi cama para mirar el reloj, que marcaba las 8.13 para ser exactos. Al lado del mismo Em y Clari me sonreían en la fotografía que les había tomado la vez que habíamos visitado el Parque de la Costa cuando teníamos 10 años. Mientras me desperezaba recordé que fecha tocaba ese día, ¡era 14 de Enero! Pegué un salto de la cama y me topé con mi madre que acababa de entrar en el cuarto.

- ¡Venga remolona! Qué al fin te levantas, ¿cómo has dormido?
- Bien mamá - contesté como quien no quiere la cosa y recordando añadí - ¿Tu me has dejado abiertas las cortinas? Casi me quedó ciega al abrir los ojos - y reí.
- ¡Oh, sí! Lo siento cariño - dijo acariciándome el cabello - Venía a despertarte ya, ¿cuánto más pensabas dormir? Recuerda que entre las 11 y las 12 nos vamos Alma, tenemos que recoger a tus amigas por sus casas
- Sí ,venga, tomaré una ducha y bajo a desayunar, ¿vale?
- Claro, no te olvides de meter las últimas cosas en tu valija - dijo y salió cerrando la puerta a sus espaldas.

Corrí hasta la ventana y tiré para abrirla. Aspiré el aire puro y volví a tumbarme en la cama mientras la brisa me refrescaba. El día estaba precioso. Cogí el short de jean que había dejado la noche anterior sobre el puff y tomé una camiseta de tirantes de color blanco con unos volados muy delicados en la parte inferior. Después de eso me metí en el baño y me tomé un buen rato.

Cuando estuve lista ya eran casi las 10. Entré en la cocina sonriente y cantando A day in the life tan fuerte como me lo permitía mi voz. Cantar era una de mis pasiones, tenía una buena voz y desde chica mis padres me habían enviado a tomar clases. 'The Beatles' era otra de mis pasiones; a pesar del tiempo que hace que ya no existen como banda, e incluso algunos de ellos ya nos hayan abandonado, su música era de lo mejor que había escuchado alguna vez y sus letras, bueno, que decir eran maravillosas.

Saludé a mi padre y a mi hermano, Peter, con un beso en la mejilla a cada a uno. Si había algo que me caracterizaba era lo cariñosa que podía llegar a ser con la gente que amaba.

- ¿Contenta? - murmuró mi padre sin levantar la vista del periódico.
- ¿Tu qué crees? ¿Claro que sí!

Tan pronto como acabé mi jugo y mis tostadas corrí a mi habitación a buscar mis cosas y le ayudé a mi padre a subir todo al auto. Cuando estuvimos mi padre arrancó el coche y fuimos por Clari y Em.

El viaje fue muy tranquilo, mi padre anduvo con cautela porque cuando habíamos recorrido unos cuantos kilómetros desde Tigre todo comenzó a nublarse y al rato comenzó a llover fuertemente. Paramos en una ocasión a tomar algo y tuvimos que ponernos unos abrigos porque por allí el viento soplaba con ganas.

Cuando llegamos a San Bernardo, la lluvia ya habia cesado y un cartel rezaba "Bienvenidos a la ciudad de San Bernardo". La verdad era algo sombrío, estaba viejo y descolorido por lo que pensé que la bienvenida no era del todo cálida. El clima frío y lluvioso tampoco ayudaba demasiado. Mi padre entabló por la calle principal, rodeando las playas y la verdad es que no había nadie, todo estaba desierto, porque claro quién andaría en la playa con ese clima. Fuimos al hotel y el conserje nos cedió las llaves de nuestras habitaciones. Mis padres y Peter iban en una doble y Clari, Em y yo teníamos una propia. Cuando oímos aquello las tres saltamos de alegría!

- ¡Esta es mi cama! - grito Clari apenas abrió la puerta, saltando en la cama pegada al ventanal que daba a la playa.
- ¡Y esta la mía! - dije sentándome al pie de la cama del medio.
- Vale, creo que no tengo opción así que esa será la mía - dijo Em señalando la cama restante. Al instante reímos las tres porque Em era un persona muy distraída y solía quedarse con la última opción en situaciones como aquella.

Pegué un saltó de la cama y grité.

- ¡Aw, estoy tan feliz! Quisiera saltar, gritar y cantar. Este verano nos lo vamos a pasar en grande, ¿a qué no? - dije mirando como se acercaban hasta mi cama.
- ¡Seguro! Y además lo recordaremos como nuestro primer verano juntas, será genial - añadió Emily.

Las tres nos sonreímos y luego, como era yo la que estaba en el medio, pasé mis abrazos alrededor de los hombros para fundirnos en un abrazo.

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Hola mis niñas! Como os prometí, aquí dejo el primer capítulo de "All comes down to you". Los primeros dos o tres capítulos, no tienen demasiado contenido de la trama central de la historia pero sean pacientes. Espero sus opiniones, si les gusta o no, si les parecen largos o cortos los capítulos, etc. Sean buenitas y comenten!! Besos, Katie.

4 comentarios :

  1. Genial, me ha encantado, casi pude ver todo como una peli en mi cabeza, me encanta que la traba sea tan descriptiva, a la personas que como yo somos visuales nos cubre las espectativas para imaginarnos todo tal cual es... estoy ansiosa de leer los proximos capitulos... Saludos Katie

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    1. Oh, gracias :) Me gustan las críticas constructivas, gracias por comentar!

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  2. Quiero mas capitulos!! Me ha encantado *_________*

    1Beso!~

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  3. Me encanta todo! Escribes genial... Me gusta mucho, en serio. Espero el próximo :3

    Besos!

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A mí me gustaría que vivamos para siempre y que seamos jóvenes eternamente